Aguascalientes Ags., 16 de octubre.- En virtud de la solicitud para que Aguascalientes sea considerado como una más de las entidade...
Aguascalientes Ags., 16 de octubre.- En virtud de la solicitud para que Aguascalientes sea considerado como una más de las entidades donde se destila y/o se elabora Mezcal, como en los otros 9 estados que ya se les reconoce no sólo en México si no en el Mundo, ha generado una reacción de rechazo en este sector productivo, pero para el caso sólo Oaxaca se ha manifestado al respecto.
Puede ser comprensible toda vez, que por “historia” generada a través de los años por los productores de Oaxaca, se ha hecho creer que esta entidad es la precursora genuina de la producción de mezcal en México desde tiempos prehispánicos. Y si bien eso le ha valido para que el mezcal se encuentre en mercados nacionales y extranjeros, no es el justificante para apropiarse de algo que es tan propio de casi todo México.
Lo que salta a destacar en este rechazo a que Aguascalientes sea incluido en la Denominación de Origen Mezcal, es que el propio órgano regulador de esta cadena productiva sea el principal promotor de esta acción de rechazo. ¿Qué no están estos entes para integrar a los productores de maguey y mezcal de México y hacer valer la condición de originalidad del Estado Mexicano? ¿Qué no está este ente para impulsar, regular, validar y en su caso certificar la cadena producto de todos y cada uno de los estados donde se planta y produce mezcal? ¿Qué no esta este órgano regulador para impulsar y desarrollar las plantaciones de maguey y regularizar la producción de mezcal donde se haga aunque no se cuente con Denominación de Origen? Es decir, que, este órgano debería funcionar para desarrollar todos aquellos lugares que tienen condiciones para ser productores de mezcal.
Indagando entre los productores de mezcal que recién han obtenido la Denominación de Origen Mezcal, como el caso de Puebla en 2016 y de un municipio más de Guanajuato, así como entrevistando a productores de Michoacán y Zacatecas, se constata que quien primero se ha opuesto a estas inclusiones ha sido Oaxaca a través del mismo órgano regulador, el llamado Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (CRM), que por cierto es una Asociación Civil.
Aguascalientes a decir de los investigadores y de los propios productores de maguey y del destilado de agave que hoy quiere se le reconozca como mezcal, cuenta con una historia vasta y plenamente justificada del aprovechamiento del maguey y la elaboración del mezcal. Nos dicen que mucho antes de la llegada del español a estas tierras, los naturales ya hacían uso de la savia del maguey, y cuentan los cronistas evangelizadores que también destilaban un bebida incolora de alto grado alcohólico que provenía de los jugos cocidos de las plantas de maguey.
Ahora bien, Aguascalientes no ha sido el único que ha solicitado ser incluido en la Denominación de Origen Mezcal, el Estado de México y Morelos se han sumado poco después de nuestro Estado. Quizás lo productores de Oaxaca vean en riesgo sus mercados con la posibilidad de que otros productores les hagan competencia, pero que el propio Estado a través de su secretaría de desarrollo económico pretenda frenar o bien desvirtuar la posibilidad de que nuestra entidad tenga su mezcal, nos parece desorbitada.
A quien hemos consultado, nos ha referido que el mezcal, al igual que el pulque es parte de la identidad de México, y que solo en 4 estados de la República no se cuenta con magueyes para producir estos derivados, luego entonces ¿por qué Oaxaca se erige con la plenipotenciaria facultad de producir mezcal?
Documentándonos y preguntando un poco, nos informamos que lo que Oaxaca esgrime hoy ha quedado de manifiesto que la producción de mezcal no es de Oaxaca sino del altiplano mexicano, del occidente y de norte del país. Antropólogos reconocidos a través de estudios que les llevaron más de 10 años de trabajo en campo lo constatan. Y gente misma de Oaxaca, lo ha aceptado como cierto y devela la verdad histórica de la ancestral elaboración de mezcal que no es como ellos lo han vendido.
El embate que Oaxaca ha emprendido porque Aguascalientes no tenga Mezcal, es una muestra más de que esta industria oaxaqueña no busca sumar sino restar y menospreciar los derechos de otros que deben ser plenamente reconocidos. Aguascalientes tiene historia y debemos pugnar porque se le reconozca. Vemos con preocupación que en las redes sociales donde se gesta este debate, no se encuentra una posición de respaldo de las Instituciones del Estado, vemos a los productores y sus representantes dando una batalla férrea solos.
Nos parece que no es justo, ya que al Estado es a quien más le conviene contar con una distinción no solo nacional sino mundial, hoy Aguascalientes puede contar con una Denominación que nos representaría en el Mundo.
