En vísperas del Día Internacional de la Mujer, el Obispo aplaude que la mujer esté en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad ...
En vísperas del Día Internacional de la Mujer, el Obispo aplaude que la mujer esté en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad |
En la actualidad la emancipación de la mujer está muy avanzada, situación que la Iglesia apoya y celebra, toda vez que las mujeres deben estar presentes en todos los ámbitos de la vida social en iguales condiciones que los hombres, expresó el Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín.
Al dar un mensaje con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer a celebrarse este ocho de marzo, aseveró que las mujeres deben estar presentes en todos los ámbitos de la vida social en iguales condiciones que los hombres. “El requisito para ello es, no obstante, tener en cuenta la vocación específica de la mujer”.
Expresó que sin duda, las mujeres embarazadas y las madres, merecen una protección especial por parte del ordenamiento jurídico y de toda la sociedad, “esto se aplica especialmente al mundo laboral”, y si bien en México se tienen avances, es una situación que no se da en numerosas partes del orbe, ya que persisten formas de discriminación que ofenden a la dignidad de la mujer o incluso, la explotan.
Es por ello, apuntó, que el Estado, la sociedad y la Iglesia, deben actuar con decisión en contra de ese tipo de injusticias, y reconocer tanto a las mujeres como a los hombres en el derecho de acceder a las diversas funciones públicas.
Si bien lo ideal es que las esposas y madres no tuvieran que salir a trabajar fuera de su casa, es muchas veces la situación económica la que las obliga a hacerlo y perderse la maravilla de ver crecer y educar como corresponde a sus hijos, así como la convivencia como familia.
Se debe superar además la mentalidad según la cual el honor de la mujer deriva más del trabajo exterior que de la actividad familiar, pero “esto exige que los hombres estimen y amen verdaderamente a la mujer con todo el respeto de su dignidad personal, y que la sociedad cree y desarrolle las condiciones adecuadas para el trabajo doméstico.