“HABLEMOS CLARO”
Por Eric Monroy
23 de mayo de 2022.
¿De verdad nos merecemos el espectáculo que las candidatas a la Gubernatura del Estado, nos están dando? ¿De verdad, el que ahora sean mujeres todas las representantes de los partidos políticos, no le abonó nada a la democracia? ¿De verdad, la civilidad nos abandonó? ¿De verdad, no hay más? ¿La paridad de género, sólo nos alcanzó para esto?
La polarización nacional, se ve reflejada en las campañas que viven su última semana, y en la que se aprecia que el partido guinda le está echando toda la carne al asador, en la que combinan las añejas prácticas del tricolor que han mejorado y aumentado, bajo el slogan de “Ahora o nunca”, justificando su dudosa actuación legal al señalar que van a cuidar la elección con todo, aunque en realidad, parezca que van a tratar de ganar con todo, y esto incluye lo lícito y lo ilícito, lo que de ninguna manera sorprende ya que en fechas recientes utilizaron todas las prácticas prohibidas en el ejercicio de revocación de mandato fallido.
Lo que si extraña, es que del otro lado, muestren una pasividad exasperante motivada seguramente en la seguridad que tienen de estar muy por arriba en la intención de voto y de que no se avizora ninguna sorpresa en el firmamento, sin embargo, bien harían en sacar a todo su equipo a la calle a contrarrestar las prácticas del equipo de enfrente. La imagen de la candidata por sí misma, podría no resultar suficiente, aunado a que las “ayudas” de otras personas de otros colores, le restan más que abonarle. Hay ventajas que se pierden de una semana a otra y más vale tenerlo en cuenta, no olviden ABC o L12.
Lo del primer debate, no debe de preocupar ya que el nivel de audiencia es mínimo para esos eventos y los fans de la mal llamada izquierda, no alcanzan más de 10 likes cada uno en sus publicaciones, con lo que el nivel de penetración en redes no impacta absolutamente en nada y los likes de los azules, son puras selfies que tampoco ayudan mucho. En cuanto al segundo debate, no se espera nada distinto, por lo que si la candidata azul, asiste o no, resulta irrelevante para el resultado, de todos modos le van a tirar todas, y ella, ni las ve ni las oye, lo cual es una respuesta de similar dimensión.
No deja de llamar la atención que en uno de los Estados donde menos aceptación tiene el Presidente de la República, la intención de voto de la izquierda, rebase su histórico dieciséis por ciento y llegue a alcanzar niveles que fluctúan por el treinta por ciento, algo que sin duda es de llamar la atención y revela que la nómina de Bienestar funciona en su operatividad, a pesar de que su práctica contraviene la ley electoral.
Sin embargo, esta última semana, puede resultar contraproducente para ellos, pues, con la llegada masiva de refuerzos se ha generado una psicosis colectiva de que vienen a ganar a como dé lugar y como sea, lo que por supuesto en un Estado que goza de tranquilidad en niveles aceptables, solo provoca animadversión hacia ellos.
Por otra parte, la situación polarizada únicamente nos concede dos opciones para competir, y provoca que las otras tres candidatas no alcancen en este momento algún porcentaje que les permita ilusionarse con ser recordadas por su brillante papel, sin desconocer que la naranja no es tan mala, pero, tampoco es la buena para este momento y para esa posición, la candidata ex azul y de pálido color verde rojo amarillo, hace más ruido en el Senado que en su pueblo, y bien haría en regresar por donde vino, ya que hasta su equipo le salió respondón y le ha presentado una demanda colectiva de índole laboral que seguramente le costará algo más que un disgusto. Para no correr el riesgo, no comentaré nada más de nadie más.
Entonces, en el cochinero publicitario de ataques personales y ante la falta de propuestas distintas a las de siempre, ante la falta de simpatía o arrastre popular de alguna de ellas, el escenario se vuelve pragmático, votar por la opción aparentemente menos perjudicial, (más vale mala por conocida que buena por conocer), aun a sabiendas de que existen un sinnúmero de denuncias de actos de corrupción de su administración municipal sin avances sustanciales y de algunos ex diputados y ahora regidores o funcionarios públicos escondidos bajo su falda, sobre los que existen denuncias ante las Fiscalías Anticorrupción local y Federal, y que pronto darán de que hablar; o arriesgarlo todo y votar por la opción que venga a replicar las practicas mañaneras del Presidente, como la de “no me vengan con que la ley es la ley”, ya que la candidata guinda quien ostenta el título de Licenciada en Derecho, seguramente lo haría a pie juntillas, ya que se ha declarado Obradorista mas que Morenista, lo que no deja de ser una afirmación muy desafortunada a quien se le reconoce como la Fundadora del Movimiento en Aguascalientes y que al desconocer la maternidad de su partido, le ha generado la salida de algunos activos fundadores muy importantes en su estructura, entre ellos, su ex jefe y algunas mujeres principalmente del sector educativo, donde es popular, pero, no querida; y recientemente de otras mujeres recién llegadas al movimiento, cosa que también resulta curioso, ya que quien públicamente se deslinda es una mujer y quien manifiesta que se lleva a sus catorce afines, (no creo que tenga más y seguramente ni su abogado de cabecera la acompañara).
El escenario, se antoja que alcanzará los niveles más altos de judicialización que se hayan vivido en recientes épocas y que por supuesto, llegara hasta la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo que nos hará llegar hasta fines de agosto para tener a una definitiva ganadora.
En conclusión; decepcionante la participación beligerante de todas las candidatas y frustrante la falta de visión a futuro, insultante la ausencia de propuestas innovadoras, tristísima la ignorancia en temas fundamentales como la salud, la tecnología y el medio ambiente, aterrador panorama sobre la seguridad ciudadana y de paso, sobre la procuración e impartición de justicia; ausencia absoluta de cuadros preparados para la función pública, los mismos con las mismas mañas, el futuro para Aguascalientes no se avizora de lo más halagüeño y por si fuera poco, con la posibilidad de no contar con recursos federales en el primer caso, o de gozar de la abundancia setentera en el segundo caso.
Esperemos que para 2024, la civilidad de todos los candidatos impere sobre sus ambiciones personales y de grupo, deseando que exista una mayor participación ciudadana que no se conforme con opinar en redes sociales, sino que salgan a la calle a manifestarse y que surjan perfiles nuevos, que aparezcan caras nuevas, que los jóvenes se atrevan y que los que han acumulado experiencia con los años se animen y no tengamos que votar por los mismos de siempre, y recordando que las simpatías personales se respetan, acudamos este 5 de junio a votar, sin olvidar que el voto es secreto.