Nik Bärtsch & Sha: Minimalismo en su Máxima Expresión (Aunque parezca un contrasentido). Sergio Rodríguez Prieto.

Nik Bärtsch & Sha: Minimalismo en su Máxima Expresión (Aunque parezca un contrasentido).

Sergio Rodríguez Prieto.

 

 

               Gracias a las buenas maneras y la ilimitada capacidad intelectual de la Doctora Lizbeth Xóchitl Padilla Sanabria, tuve la oportunidad (y el honor) de participar de forma directa en los trabajos del “VI Congreso Nacional e Internacional Anticorrupción”, en su variable “Restricción de los Derechos Humanos para el Combate a la Corrupción”, los días 1 a 4 de abril del presente año en las instalaciones de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán (UNAM). Ya noticen.com.mx Las Buenas Noticias dio cuenta de ello hace pocos días. Conversar con expertos en el tema sobre la pertinencia de la operatividad de la restricción a los Derechos Humanos para el Combate a la Corrupción, resultó harto interesante, reafirmando con ello mi idea de que es posible realizar actividades que incidan en la reducción de los actos de corrupción dentro del marco jurídico de respeto a los derechos humanos (debido proceso, pues). Todavía mucho que discutir y aportar al respecto, lo que será tratado (confío) en análogos eventos. Pero la cosa no termina ahí: Ya estando a un lado de la Ciudad de México, pude enterarme que precisamente en la semana de los trabajos referidos, se presentaban en diversos escenarios de tal lugar, artistas músicos intérpretes de primer nivel: Rick Wakeman (ex-Yes), Steve Hackett (ex-Genesis) y NIK BÄRTSCH & SHA. Por enterarme tarde de ello, fue difícil acceder a los eventos referidos. No obstante…

 

               “…La vivaz música de Bärtsch, compositor y pianista suizo, ofrece una nueva visión sonora. Al principio, su pequeño conjunto, principalmente acústico, parece estar tocando minimalismo al estilo de Steve Reich, pero, a los siete minutos, el bajo eléctrico se pone en marcha y, de repente, la música está surfeando sobre el funk de James Brown… Bärtsch opta por llamar a sus viajes musicales "Zen-funk" y en la quinta esencia… El impulso implacable, a medida que los ritmos pares e impares se fusionan y se mezclan, demuestra ser completamente hipnótico…”. John Bungey, The Times.

 

               “…Es una música que palpita con un dinamismo casi hipnótico. ... Entretejida en el tapiz rítmico hay imágenes sorprendentes que crecen desde comienzos simples: la forma en que explota una sola nota usando el espacio y la dinámica en la introducción de "Modul 36" evoluciona gradualmente hacia un viaje musical que te arrastra con sus hábiles giros y vueltas… Los elementos de simplicidad y pureza son impresionantes en su efecto momentáneo, pero también son gestos musicales que revelan sus secretos a regañadientes. La misteriosa música de Bärtsch durará mucho más tiempo que la solución rápida que el gusto mayoritario parece pedir a gritos…”. Stuart Nicholson, The Observer Music Monthly.

 

               Esta información que se cita, la obtengo después de escuchar la primera de las grabaciones que Nik (y ahora lo puedo decir, mi amigo Nik) realizó para ECM (Edition of Contemporany Music), la titulada “Stoa”, en el mes de mayo del año 2005, en los estudios La Buissonne, Pernes les Fontaines (Francia), para luego seguir adquiriendo el posterior material en el que trabajaba, y así fue que disfruté (y lo sigo haciendo) de “Holon” (febrero de 2008), “Llyría” (septiembre 2010), “Live” (septiembre 2012), “Continuum” (marzo 2016), “Awase” (mayo 2018) y “Entendre” (marzo 2021).

 

               Pues bien: Nik (piano y percusiones) y Sha (Clarinete Bajo) estaban programados en la cartelera del “Zynco Jazz Club” (Motolinia 20) para el jueves 4 de abril a las 22:30 horas. De inmediato, entonces a reservar, y ¡listo! Solo esperar día y hora. El lugar, ubicado en un sótano -como todo buen club de jazz-, resultó ser cómodo y agradable, con buen servicio y para llenarlo, bastaron escasas 150 personas ¡solo 150 personas!, más personal del club, que tuvimos la grandiosa oportunidad de disfrutar de una de las manifestaciones musicales más impresionantes y relevantes de las que se tenga memoria en este país. Y esta afirmación no es gratuita… Si bien en los años de pandemia y posterior a ello, he limitado mi presencia en este tipo de eventos, la coincidencia de circunstancias en la ciudad de México me hizo regresar a ser testigo de una manifestación de arte, prácticamente inalcanzable por el común de la gente, y que por ejemplo, la suma de los festejos programados para esta edición de la Feria Nacional de San Marcos, no alcanzaría para superar lo mostrado por Nik & Sha. Y peor aún: ni uno solo de los medios de comunicación existentes para reseñar eventos, se ocupó de tan excelsa actuación.

 

               Como sea, así debió de ocurrir este evento: público ordenado, reducido, conocedor, respetuoso, con consumo moderado de bebidas alcohólicas (que surtieron sus efectos al nivel de la excelencia acústica), que provocó que lo vivido esa noche, quede fijo en la memoria musical de quien esto les comenta. Y eso que solo fueron CINCO los temas que se interpretaron… Y es que Nik no presenta sus piezas de forma sencilla… crea versiones discursivas que fluyen libremente, resultado de la combinación exacta entre composición e improvisación. Si uno no estuviera familiarizado con su material, sería muy difícil detectar las transiciones entre una actividad y otra. Me comentó Nik, por cierto, que considera cada pieza como una especie de plantilla sobre la cual trabajar en cada comento, y no como una composición fija y final. Y con tales sonidos en mi mente, me retiré del lugar, convencido de que la semana del 1 al 4 de abril de 2024, ha sido una de las mejores vividas en mi existencia, cerrada, por supuesto, con una buena bebida en el bar “El León de Oro”, allá por la Escandón.

 

Sergio Rodríguez Prieto.

Abril de 2024.

Aguascalientes, Ags.