El científico Eduardo de la Cerda González, experto en venenos y sus antídotos, aclara los verdaderos riesgos de una mordedura de la ara...
El científico Eduardo de la Cerda González, experto en venenos y sus antídotos, aclara los verdaderos riesgos de una mordedura de la araña "Violinista". |
Aguascalientes Ags. 9 de agosto.-El año pasado, se realizó este trabajo periodístico
para el diario El Heraldo de Aguascalientes, al no haber perdido vigencia, se
vuelve a reproducir en este este espacio informativo, con el correspondiente
crédito a la fuente original de información.
“Eduardo de la Cerda González, quien lleva años
estudiando el veneno de animales así como la presencia de la araña Loxosceles -mejor
conocidas como “violinistas”- en Aguascalientes, considera que sobre este
arácnido, no se ha dicho toda la verdad. “Solo 2 de cada 100 mordeduras puede
desencadenar una reacción severa, incluso llegar a la muerte, pero en general,
si las personas se atienden a tiempo, no debe pasar más allá de una leve
irritación cutánea”.
Médico investigador de profesión, con estudios de
“Manejo de venenos y fabricación de sueros policlonales” realizado en el
Instituto Butantan, en Sao Paulo, Brasil, una de las dos instituciones más
prestigiadas en el mundo en el estudio de venenos de origen animal, considera
que a la araña “violinista” se le está haciendo una fama que va más allá de sus
propios atributos.
“Si es peligrosa, subestimar su mordedura puede
costar la muerte, pero en realidad, este arácnido mantiene presencia en
Aguascalientes desde hace unos 400 millones de años; es una de las especies que
está esparcida por todo el mundo y en el caso de México, de los 50 tipos
diferentes de arañas violinistas que hay en el mundo, 41 están en nuestro
país”.
En Aguascalientes, habita en la totalidad del
territorio estatal, “las hay en todos lados y predominan dos especies: la
llamada “apache” y la “reclusa”, ambas igualmente peligrosas, que se encuentran
“literalmente por todos lados”.
Dijo que de acuerdo a estudios, de cada 100
pacientes que han sido mordidas por esta araña, sólo dos logran desarrollar una
reacción severa, consistente procesos necróticos, alterando la función cardiaca
y renal hasta provocar la muerte. La atención debe ser de forma oportuna y de manera
correcta.
“Hay protocolos muy bien definidos para la atención
de pacientes que han sido mordidos por la violinista; generalmente las personas
tienen que ser atendidas antes de las 12 horas de la mordedura, ya que después
de este periodo, el paciente puede entrar en fases críticas, incluso llegar a
la muerte, pero antes de eso, es importante que el personal médico que hace las
valoraciones, sea asertivo en su diagnóstico y siga al pie de la letra los
protocolos que servirán para poner a salvo la vida quienes han sido atacados
por el arácnido”.
De la Cerda González, quien hasta hace poco era el
responsable del laboratorio de bioquímica de la UAA, y quien además de ser
médico, cuenta con una maestría en Biofísica y Fisiología, así como un
doctorado en Toxilología, rama de la toxicología dedicada al estudio del efecto
directo de sustancias tóxicas sobre el organismo, consideró que hasta ahora, la
información que ha salido en los medios de comunicación no revela en sí la
realidad de este insecto.
“Primer mito: no es que la araña haya llegado a
Aguascalientes; está aquí desde hace millones de años. Segundo mito: todos los pacientes que son
mordidos por la “violinista” están condenados a la muerte; en sí, su atención
debe ser inmediata, antes de las 12 horas de la mordedura mediante el
suministro de un suero llamado “Reclusmyn” que es un anti-esfingomielina, que
actúa en el organismo como un inhibidor del veneno de la araña.
“El suministro de este suero es de vital
importancia, además de la aplicación de los protocolos de los glucocorticoides,
para hacer frente a los graves efectos que puede causar el veneno en
determinados organismos, sobre todo en aquellos que resultan ser más sensibles
a la sustancia del insecto”. Aunado a lo
anterior, los médicos deben suministrar antibióticos de amplio espectro y
atender toda la sintomatología que le acompañan a las reacciones por
envenenamiento como lo son las disfunciones cardiacas y de riñón.
Dijo que en los últimos años él ha atendido cerca de
150 casos de mordeduras de la violinista, “nada menos, en esta temporada tengo
cuatro pacientes mordidos por la violinista, todos ellos comprobados, y todos
ellos van evolucionando satisfactoriamente y ninguno de los 150 se me ha
muerto” asegura el médico investigador.
Otro de los medicamentos que se emplea en la
atención de este tipo de mordeduras es un antibiótico relativamente “antiguo”
que se emplea principalmente en la atención de la lepra.
“En procesos en los que los tejidos se necrosan,
este medicamento suele dar muy buenos resultados, además del tratamiento
integral que se debe brindar a los pacientes que han sido mordidos por arañas
con venenos muy potentes” dijo.
Finalmente, el especialista hizo dos
recomendaciones; la primera, a quienes han sido mordidos por esta araña, para
que “no se confíen, ante la duda, mejor acudan al hospital lo antes posible y
si pueden llevar la araña que bueno, si no, ese no será un impedimento para que
se atiendan correctamente. Tomen en cuenta que entre más rápido les sea
suministrado el suero, las posibilidades de sobrevivencia son mucho mayores”.
Al personal médico que les toca atender a pacientes
con sospecha de tratarse de la araña violinista, les dijo que “no subestimen el
cuadro clínico que pueda presentar el paciente, porque en ocasiones, en la
parte superficial solo puede apreciarse un leve piquete, una leve laceración,
pero por dentro, pudieran encontrar un proceso avanzado de necrosis, sin que
sea ostensiblemente notable de forma superficial”.
“Puedo asegurar que muchos casos en los que la
población ha sido mordida por araña, y quizás ni cuenta se han dado, debido a
que está en ese 98 por ciento en el que la reacción al veneno que seda en
discretos edemas, sin pasar a mayores”, consideró Eduardo de la Cerda González”.
(Con
información de El Heraldo de Aguascalientes, reportero: Carlos Gutiérrez Gutiérrez.
Nota publicada el 9 de julio del 2016).