"Karina" una víctima de acoso escolar con las llamadas Novatadas en la escuela Normal Rural de Cañada Honda, acudió, la semana p...
 |
| "Karina" una víctima de acoso escolar con las llamadas Novatadas en la escuela Normal Rural de Cañada Honda, acudió, la semana pasada, en compañía de su madre a poner una queja ante la CNDH. Posterior a ello, acudió a la Fiscalía General del Estado para hacer lo mismo, ante las vejaciones de las que fue objeto por parte de las mismas normalistas sin que las autoridades quieran reconocer el problema. |
Aguascalientes
Ags., 17 de septiembre.- A pesar de que la autoridad educativa estatal sigue
negando las novatadas, las denuncias ante derechos humanos y la Fiscalía
General continúan, mientras que el Instituto de Educación sigue sin abordar el
tema, a pesar de que directivos de la normal, maestros y vecinos, son testigos
de los abusos y violaciones a los derechos humanos de las alumnas de nuevo
ingreso a la escuela Justo Sierra.
Una nueva denuncia -la segunda- ante la CNDH formulada por una de varias
decenas de afectadas, puso al descubierto que, con la indiferencia y silencio
de maestros y directivos del plantel de Cañada Honda, el acoso escolar sigue
acabando con sueños de quienes buscan una mejor oportunidad para superarse, sin
embargo, las vejaciones de las que son objeto y la complicidad del Instituto de
Educación de Aguascalientes, permiten que estos abusos se sigan cometiendo, a
pesar de que es su responsabilidad evitar el acoso escolar en los planteles
bajo su responsabilidad.
Karina, -así llamaremos a la
afectada para resguardar su identidad, en este segundo caso de denuncia- acudió
en compañía de su madre a las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) para poner una queja en contra de las autoridades de la Escuela
Normal Rural Justo Sierra Méndez, ubicada en la comunidad de Cañada Honda, por
permitir el acoso escolar.
En su declaración de hechos, Karina narró que desde que ingresó al plantel,
los abusos y atentados contra la dignidad de ella y de un numeroso grupo de
alumnas de nuevo ingreso, no pararon.
-¿Por qué no las dejaban dormir?
-“Porque nos tenían todo el día con actividades, entrábamos a los supuestos
círculos de estudio, de los cuales, nos daban temas de las que ni ellas sabían”.
-¿Qué temas?
-“En contra de la política, temas que nada tienen qué ver con lo académico,
que no me dejó nada de enseñanza”.
-¿Qué tenían que hacer aparte de
escuchar eso?
-“Saliendo de los círculos de estudio nos hacían rodar en excremento en
desperdicios… Nos vaciaban desperdicios, en el cabello, aceite, cebolla, huevo,
y se burlaban de nosotras”
-¿Qué les decían mientras les
hacían eso?
-“Nos ponían a cantar canciones con letra que decía que a nosotras nos
gustaba que nos hicieran eso, nos hacían disfrazarnos para ellas reírse de
nosotras”.
Visiblemente afectada, Karina rompe en llanto y afirma: “Ya no soy la misma”.
-¿A qué horas las acosaban?
-“Cuando nos disfrazábamos eran en el horario de la comida y ellas se reían
de nosotros cuando íbamos entrando al comedor”.
-¿Qué tipo de disfraces les
hacían usar?
-“De payasos, con botas de tribal, nos hacían peinarnos con trenzas
paradas, nos hacían pintarnos la boca por fuera de los labios con labial rojo;
y nos hacían trenzas paradas, como la India María y nos humillaban!
-¿Los maestros se daban cuenta
de lo que estaba pasando?
Si. Los maestros y la directora supo de esto.
-¿Y qué les decía o que hacía la
directora?
“Nada. No solucionaban nada; yo se lo comenté a ella, y no me dio solución,
sólo me dijo que pronto se iba a acabar”.
-¿Esto cuanto tiempo estuvo
sucediendo?
“Yo lo viví casi tres semanas, del 22 de julio, al 29 de julio, y las otras,
del 21 de agosto al 29 de agosto. Los círculos de estudio y las otras
actividades eran después del horario de clases, en la noche, cenábamos a la 1 o
2 de la mañana, salíamos de los círculos de estudio y nos obligaban a ensuciarnos
con desperdicios, teníamos que embarrarnos y jugar en el desperdicio y el
excremento. Nos ponían a correr y bañarnos con botes de agua fría, en plena
madrugada”.
-¿A parte de las “Cuarteras”,
alguien más participaba en este acoso?
-“Si, había muchos estudiantes foráneos hombres, eran como 60, se quedaban
en un área a parte de los dormitorios de mujeres, y ellos estaban encapuchados
y también participaban en el acoso”.
¿Y puedes identificar a las que
daban ordenes para que les hicieran todo esto?
-Si, si sé quiénes son. -En este momento, saca su teléfono celular y entra
a Facebook, así, brinca de perfil en perfil y comienza a identificar a las presuntas
acosadoras: “Jaqueline R. Andrade; Karla Horta; Sararí Cepeda; Lesli Guadalupe
Esparza; Fátima Ordaz; Janeth Morales; Maribel
Contreras; Nayhelli Rocha Valle; Gladis Guevara; Guadalupe Gallegos”. “Las “Cuarteñas”
nunca nos dieron sus nombres, no nos dejaban que les viéramos la cara.
¿Qué fue lo que a ti en
particular te dolió más o padeciste más?
“Todo. Sueños y metas por cumplir
se esfumaron, me afectó emocionalmente, psicológicamente, en mi salud estoy
afectada, creo que son cosas que hacen sin sentido que no nos dejan nada bueno”.
 |
| En esta foto aparece "Karina" con su madre, en el momento en que pudieron la denuncia por violaciones a sus derechos humanos. |
¿Cómo te saliste de la Normal?
“Me escapé. Fue el martes 29,
después del almuerzo yo ya no quise
regresar a clases para tener la oportunidad de salir. Porque si sabían ellas que yo me iba a salir, no me iban a
dejar, me iban a amenazar”
¿Ya habían amenazado a otras
alumnas?
-“Si”.
¿Pero cómo le hiciste, como fue
tan fácil salirte”
“Como yo sabía que las chicas estaban en clase, fue la oportunidad que tuve
para salirme de ahí, sin que nadie me viera.
¿Cómo le hiciste con la llave, porque
está cerrado no?
“Está abierta la puerta del patio central, por ahí me salí.”
-Dicen las autoridades que no
pasa nada, ¿qué piensas de eso?
-“Claro que pasa. Que quieran taparlo es otra cosa. No somos dos chicas las
que pasamos por esto, somos bastantes, están amenazadas y por lo mismo no se
atreven a denunciar, por el miedo de lo que les pueda pasar, pero es suficiente
para que se den cuenta de que si está pasando algo y que deben dar solución a
esto. El IEA está dejando que pasen las cosas…. No les importa que destruyan el
sueño de varias chicas, sólo ven por sus propios intereses”.
Karina, rompe en llanto y de abraza a su madre quien indignada, explicó que
solo regresaron de Zacatecas a
Aguascalientes poner la queja ante la CNDH y ante la Fiscalía, porque dicen que
no es justo que las autoridades no pongan la atención debida al grave problema
que cada año se da en esa normal rural.
