Liberan a José
Luis Morales tras concluir la medida cautelar; nació el primer mártir del sexenio.
Aguascalientes
Ags., 16 de enero.- Sin proponérselo, pero esta mañana, elevaron a José Luis
Morales Peña a los “altares”.
Cientos de
seguidores, fanáticos del programa que trasmite todas las mañana de 9:00 por
Radio Mexicana, se congregaron a las afueras de la Policía Ministerial para
exigir la liberación inmediata “del güerito de la radio” como coloquialmente le
conoce sus radio escuchas.
La detención se
produjo poco antes de las 7:00 horas, justo cuando salía de su domicilio, en el
exclusivo fraccionamiento Pulgas Pandas, en un operativo encabezado por el
recién estrenado director de la policía ministerial Juan Muro, “quien me trató
de maravilla” dijo Pepe Morales a su encuentro triunfal sus seguidores, tras
cumplir cinco horas de arresto.
Luego de que fue
aprehendido, le condujeron a las instalaciones de la corporación para cumplir
una medida cautelar dictada por el juez segundo de lo civil, Antonio Piña Martínez,
luego del incumplimiento reiterado de la restricción que le impuso el juez en
la causa civil 217/2018, surgida a raíz de una denuncia interpuesta por el mandatario
Martín Orozco Sandoval en noviembre del año pasado.
Entre las medidas
precautorias impuestas por el juez al comunicador sobresalen, el referirse al mandatario
de manera despectiva a través de sus micrófonos, por lo menos en lo que dura el
juicio, sin embargo, desde la semana pasada, con la aprehensión del Comandante
Rojo y su posterior suicidio en el interior del cereso, en condiciones por demás extrañas, el comunicador lanzó severas críticas y
acusaciones en contra del gobernador, lo que motivó al juez a ordenar su
aprehensión, incluso, a advertirle que se continuar con el desacato, la
siguiente medida sería dejarlo encerrado más de cinco horas.
Tras su
detención, Pepe Morales pudo hacer una llamada desde su propio teléfono
celular, y pudo comunicarse con sus radioescuchas a quienes pidió el apoyo y la
solidaridad ante lo que calificó como “un atentado a la libertad de expresión”.
La gente comenzó
a proponer en mensajes de voz trasmitidos al aire, cualquier cantidad de
improperios y ofensas al mandatario estatal, a quien vieron como responsable de
la detención del güerito, al tiempo en que otros proponían reunirse a las
afueras de la Fiscalía, cosa que hicieron.
Fueron llegando
poco a poco, de hecho a los primeros, les impidieron el acceso al inmueble,
mientras que policías ministeriales les conminaban a retirarse del lugar,
porque sería riesgoso quedarse ahí, sin embargo, la gente seguía llegando al
grado en que, tuvieron que cerrar un barandal recién colocado en la explanada
de lo que hace muchos años fue tránsito municipal, con lo que intentaron aislar
a los inconformes con la aprehensión del comunicador.
Los contuvieron
solo unos minutos, porque en cuanto se juntaron poco más de 300 personas, por
la fuerza, vencieron el cerco e ingresaron hasta las puertas de recepción del
área en la que reciben denuncias los agentes del ministerio público.
La inconformidad
y el enojo de la gente fue tal, que por un momento intentaron derribar unas
puertas de cristal, pero la intervención del hermano de José Luis, Mauricio
Morales, quien batalló bastante para calmar los ánimos violentos de la gente y
así se pudo evitar mayores pérdidas.
Entre quienes se
dieron cita para apoyar la liberación de José Luis Morales estuvieron, líderes
sociales, abogados, radioescuchas y el propio Don Agustín Morales, padre de
José Luis, y varios familiares y empleados del locutor. Nadie quería perderse
ni un instante lo que estaba sucediendo de modo que, un paso peatonal elevado
que da justo a la Fiscalía General del Estado, pronto se abarrotó de gente
viendo desde ahí lo que estaba sucediendo. Tuvieron que cerrar el carril de
oriente a poniente de la López Mateos, debido a los tumultos que se generaron
en prácticamente la glorieta de EL Quijote.
Ya, al filo de
las 12 del día, salió Pepe Morales, quien de inmediato fue aclamado por sus
fieles radioescuchas y también fue entrevistado por comunicadores a quienes
incluso también les ha tocado algo en la repartición de insultos y descalificaciones
a las que tiene acostumbrada a su audiencia.
En la entrevista
narró algunos aspectos de su detención como el que le habían brindado un trato
respetuoso; le ofrecieron una pasta Maruchan con dos camarones, alimento que desechó,
incluso, dijo que fue obligado a desnudarse frente a un médico y que en
determinado momento lo quisieron video grabar, situación que no permitió por
atentar contra su dignidad.
Al final, lanzó
dos amenazas: la primera, dijo que considerará el retomar sus intenciones de
contender en la política, para llegar a ser gobernador de Aguascalientes y la
segunda, una advertencia al mandatario estatal de que las cosas no se van a
quedar así.
“Fue una
experiencia que incluso me permitió conocer a dónde va a ir a parar Martín
Orozco cuando lo metan a la cárcel” dijo, poco antes de abrirse paso entre la
multitud para llegar a su auto y retirarse del lugar. Hoy nació un mártir, el
primero del sexenio.
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