Mi vecino el Asesino
De Hollywood a México
Por Andrés Vancook
23 de junio 2019.



Existen cientos de películas de Hollywood que relatan las hazañas de esas personas extremadamente peligrosas que denominamos asesinos. Hombres y mujeres que con brutalidad y sin compasión le arrebatan la vida a otro ser humano. Quienes en muchas ocasiones tienen la capacidad de engañar, disfrazar la realidad o con un camuflaje de manera magistral durante mucho tiempo, en medio de una sociedad que ignora el nivel de peligro al que se expone al estar cerca de estos seres sin piedad.

Los asesinos norteamericanos más famosos generan pánico de solo nombrarlos. El culto generado detrás de sus apodos o nombres reales llega al punto de convertirlos en figuras públicas de gran notoriedad, existiendo una cultura pop que hasta los hace ver como estrellas o celebridades.

Incluso vemos que el nivel de fanatismo llega a superar los estándares de adoración de personajes ficticios del mundo del terror tales como Freddy Kruger o Chucky. Fanáticos reales acuden a sus juicios y hasta matrimonio les ofrecen, con tal de tener la atención de esos personajes macabros.

En la actualidad vivimos en un mundo que pide a gritos súper héroes en el cine mientras prefiere ignorar los villanos del mundo real.

Ted Bundy, recientemente estrenando película y serie de TV en Netflix. Charles Manson, un villano pop de la cultura retrograda y morbosa. El asesino del Zodiaco, Richard Ramírez, John Wayne Gacy (el payaso que inspiró la película de IT). Mark David Chapman, quien saltó a la fama por ser el asesino de John Lennon o Lee Harvey Oswals, quien le quitó la vida a al presidente Kennedy. Esta lista, la cual es corta teniendo en cuenta que son muchos más los casos populares del país potencia mundial del norte, nos enseña que la maldad existe.  Que los seres humanos tienen una parte aún desconocida, la cual se desprende de todo gesto de compasión o piedad por el prójimo.

Cuando nos hablan de un asesino podemos imaginar cualquiera de estos casos y la situación se pone incómoda. Pensar en vivir cerca de ellos o tan solo cruzarnos caminando en la calle nos produce una sensación de inseguridad bastante notable.

Sin duda los queremos en la prisión, en muchos casos ese fue el destino de estas figuras ya históricas del mundo del crimen. En algunos casos se les juzgó con pena de muerte, en otros, terminaron ellos mismos con sus vidas estando tras las rejas.

Estas son historias reales que fácilmente pueden ser consideradas historias de terror.

Pero, sin ir muy lejos, estamos frente a una situación compleja, cercana y también real. Estamos en México en un 2019 que no deja de avanzar ni en tiempo ni en su repetida historia de violencia.


LA COSTUMBRE
Según estudios científicos se ocupa menos de un mes para generar un hábito en una persona. La repetición física como mental programa nuestro comportamiento para que algo casual se convierta en algo cotidiano.

Que una acción que se nos hace difícil nos resulte más sencilla, que los músculos se
acostumbren y endurezcan. Que el cerebro sienta más o menos dolor.

El sentimiento negativo puede ir disminuyendo hasta generar simple curiosidad en el individuo. A ese comportamiento le llamo CEGUERA EMOCIONAL. Ese punto en el cual bloqueamos por completo el sentido común, la parte racional y emocional hasta que
cualquier hecho se convierte simplemente en un suceso más.

Ahora bien, entrando de lleno en datos duros, hay un promedio de 90 homicidios en México, POR DÍA.

Si son 90 asesinatos por día, tenemos un total de 90 asesinos manifestándose a diario. Lo cual nos da un promedio de 630 asesinos matando gente en México a la semana.

Lo cual, nos presenta un promedio de 2520 asesinos quitándoles la vida a personas al mes.

Este número es un poco más espeso si tomamos promedio anual. Al año en México tenemos 30240 asesinos que son identificados anualmente entre las 32 entidades federativas del país.

Si hay 30240 asesinos al año, tenemos un promedio de 30240 víctimas, las cuales sin duda deben tener en promedio 3 personas “familiares” afectados directamente en sus círculos cada uno. Lo que nos da un promedio de 90720 familiares en luto a causa de asesinatos en México por año.

Estamos hablando de más de treinta mil asesinos sueltos que todos los años están a la búsqueda de sus víctimas. Usando armas de fuego, violencia física extrema, torturas previas y todo tipo de elementos para llevar adelante sus actos de crueldad.

No es de extrañar que con estos números los centros penitenciarios estén rebasados. Una cárcel promedio puede albergar 1000 reclusos, aunque muchas de las cárceles son consideradas para baja capacidad, unos 250 presos promedio:

¿Estamos pensando aun en los 30 mil asesinos que año con año se manifiestas en el país?

¿Aun parece tan terrible tener a un Ted Bundy suelto en una ciudad?

Estamos en números rojos, en una situación realmente alarmante en la cual damos por hecho de que 30 mil asesinos andan suelto por todo el territorio año con año. 30 mil mentes desequilibradas sin amor al prójimo, pasando por desequilibrios mentales, expectantes de una víctima mortal.

Las películas de Terror pierden fuerza ante esta descontrolada situación.

Curiosamente siempre existe una salida, incluso ante las peores pesadillas, las catástrofes más feroces y los villanos más malditos.




Desde Chernóbil hasta el viernes 13 en las
Escuelas de México

Las tragedias nos suelen enseñar que no hay más caminos que seguir adelante. Así como la Unión Soviética logro sobrellevar la tragedia radioactiva de Chernóbil vaciando ciudades enteras en días y dejándolas abandonadas por años. Hasta los países que estando en verdaderos escombros después de la Segunda Guerra Mundial, lograron con el esfuerzo de sus habitantes, acarreando piedras y palos con las manos, convertirse desde las ruinas a potencias mundiales en unas pocas décadas.

Los humanos somos fuertes, pero más fuerte es la voluntad que escondemos en el interior. Esa misma que a veces suele salir a la luz en medio de las catástrofes como los terremotos o tsunamis. Somos increíblemente capaces, pero de poca memoria. La solidaridad nos suele brotar por momentos dejando ganar la envidia y el deseo de reconocimiento en cualquier momento.

Somos tan fuertes como frágiles a la vez.

Las redes sociales han venido a marcar la diferencia en muchos aspectos en nuestro comportamiento grupal. El individualismo se hace cada vez más visible, mientras que las frustraciones y el cólera grupal permea con facilidad con cada oportunidad de juzgar cualquier situación. Debemos de aprovechar la inercia de este fenómeno social para transmitir mensajes de aliento, crecimiento, motivación y esperanza para cualquiera en cualquier momento. Porque si no lo hacemos estamos a merced de cualquier profeta que haga su migración desde los canales de televisión a espacios web.

Sin duda la esperanza debe mantenerse, pero a precios equitativos con el problema.

Si queremos dejar de transitar por un continuo VIERNES 13, en este México sangriento que nos deja más de 90 homicidios al día, tenemos que atacar con fuerza el problema.


¿Cuál es el problema?

Como dice el viejo dicho popular, TODO COMIENZA EN CASA.

Sin duda la pobreza y el rezago educativo y marginal de miles de personas nos presentan
ante un mundo globalizado con una base social carente de oportunidades iguales para
todos.

Estamos en medio de una profunda crisis de valores, mientras la confusión se hace presente a causa de la saturación de información, la cual por no ser clara ni de fuentes confiables genera desinformación, rompiendo la línea entre libertad y libertinaje. Todo esto acrecentado por la intervención de un factor determinante en todo sentido, LAS REDES SOCIALES.

Esta herramienta poderosa debe manejarse de una manera más cuidadosa. Sin duda Facebook es la líder en la actualidad, hasta el presidente en curso solicitó ayuda a su creador para poder iniciar un plan de re estructura cibernética en el país.

Debe incluirse cursos de inducción a REDES SOCIALES en los planes educativos. Ya que la educación es uno de los flotadores que nos pueden llegar a salvar de este caos en el que estamos metidos.

La violencia no tiene límites, el nivel de ensañamiento con los métodos de acción de los
asesinos parece estar tomando los manuales más despiadados de la historia del cine de terror en Hollywood para llevar a cabo todos los procedimientos.

Esto llegó a niveles MACABROS, y ahora lo podemos ver todo casi en tiempo real por internet. Estamos aceptando que lo malo es así, y no estamos haciendo nada para contrarrestar. Estamos viendo que los asesinos superan las capacidades de las cárceles y no se ve un retroceso ni una estrategia para contener este monstruo social descontrolado.

Se nos hace normal el dolor ajeno, todo se resumen a cifras, las televisoras muestran día a día sus noticieros cargados de homicidios.


¿Dónde están los valores?

El problema es la falta de oportunidades, de educación de calidad, la sensación de inseguridad que se percibe. Estamos en una crisis muy pesada. Somos estadísticas críticas a nivel mundial, muchas de nuestras ciudades son catalogadas como las más peligrosas del mundo. Las alertas marcan con círculo a un México lastimado, que tiene todo para ser una
potencia mundial, que tiene todos los climas, todas las fortalezas petroleras que se debe tener para ser un país rico, próspero, poderoso. Pero todo se resume a un día a día que lamentablemente da miedo.

En vez de preguntarnos ¿Cuál es la ciudad más peligrosa de México? ¿Por qué no nos
preguntamos cuál es la ciudad con mejor nivel educativo?

Hoy en día tenemos un panorama diferente en la política mexicana, emerge un concepto de izquierda y de él emana un presidente de carácter popular. Con un apoyo político y popular nunca antes plasmado con tanta contundencia. Mediante sus movimientos
estratégicos muy bien planeados va haciendo cambios radicales en medio de este clima de emergencia. Las dudas son evidentes, todo cambio duele, así como cualquier proceso de
desarrollo conlleva muchos estados de incertidumbre.

El aumento de la seguridad y el resguardo de las instituciones educativas aparentemente son parte del plan a largo plazo de este nuevo Gobierno. Hay que valorar que la mayoría de los países del mundo que han cambiado a la IZQUIERDA, suelen quedarse en ese lado del cambio al menos dos periodos, antes de que la DERECHA se re estructura y logra al menos ser oposición y verdadera opción para los votantes.

Por eso ahora es fundamental confiar y apoyar todos esos planes que dejen entrever una solución a la crisis de seguridad en la cual nos hundimos. El tiempo lo dirá todo, pero ahora retomo la idea de que TODO COMIENZA EN CASA. La educación de los niños, lo que ven y absorben entre sus cuatro paredes. Lo que hacemos los adultos es la línea que seguirán esos niños, futuros participantes de la sociedad.

Tenemos que trabajar en el respeto y los valores. En la unión familiar, en algo que parece
raro de pronunciar, EL AMOR.

Sea por medio de la religión o por tradición tenemos que estar cada vez más unidos. Si somos padres, hablar con otros padres sobre lo que le enseñamos a nuestros hijos. Compartir buenas practicas, tips, trucos para que los pequeños aprendan más y mejor.

Las oportunidades no son iguales para todos, por eso debemos usar todos nuestros recursos, LAS REDES SOCIALES ELECTRÓNICAS, INTERNET, para aprovechar todo lo que hay de positivo por ese camino.

Cuidemos la mente y los corazones de nuestros pequeños para que, en unas pocas décadas, al igual que un país destruido como ALEMANIA después de 1945, salir adelante con fuerza, con la frente en alto y orgullosos de flamear nuestra bandera. El orgullo de ser ese México que destaca en tantos deportes, con tantos cerebros prodigiosos que han marcado la historia de la humanidad. Con tanta historia de civilizaciones revolucionarias en todos los sentidos.

Hay que vencer al tirano enfrentándolo de frente.

Son muchos los malos, pero muchos más somos los que levantamos el puño para unirnos
por un México en paz, fuerte, que siga siendo ejemplo en el mundo.

Nos conocen por ser alegres, y ahora nos ven desde lejos como un país que sangra. Somos
el gigante dormido, pero vamos a ganar.


 ¿Quién nos va a salvar?

Nosotros.

Somos los que hemos escrito miles de historias y somos los que las seguiremos escribiendo. Somos los que inventamos la televisión a color y los que llevamos campesinos a ser astronautas. Somos los que ganamos olimpiadas de matemáticas y generadores de inventos que mejoran la calidad de comunidades a lo largo y ancho del mundo.

Somos los que hicimos cine y marcamos una época de oro. Los que tenemos miles de canciones, artistas, filósofos y poetas reconocidos por todos.

Somos la tierra de la historia, la melancolía y la cultura. Del mariachi, de las Ferias, de los recuerdos bellos. La misma tierra que plasmó la película de Coco, en la cual veneramos a los que se fueron. Tierra de sueños y genios que logran ganar premios Oscar por sus obras
de arte.

Tierra de templos que nada tienen que envidiar a los europeos. De playas paradisiacas, de plantaciones, de flora y fauna abundante. México es un Titánic que no se va a hundir.

Tenemos picardía y doble sentido, buen humor y lealtad a nuestra bandera. No tenemos
que dejarnos ganar por olas de violencia o anti cultura.

Hagamos el esfuerzo de unir nuestros brazos con el de junto a nosotros para hacer una
cadena por un mejor mañana.

Los niños, los adolescentes del hoy son la clave de los cambios. Tenemos que confiar y
apostar a ganador.

Todos los esfuerzos son pocos. Hay que educar en la casa, buscar los mejores sitios
posibles para que ellos se desarrollen, cuidar sus convivencias, estar cercanos, platicar,
preguntar, estar cerca.


REDES SOCIALES AL SERVICIO DEL MAL

En redes sociales electrónicas ocurre lo mismo. Es increíble como el mal permea por todos los espacios posibles. Hay que tener en cuenta que el factor privacidad a veces se confunde con libertad y se mezcla con el peligro. Tenemos que entender cómo piensa un niño o un joven para ponernos en sus zapatos. Ellos necesitan consejos y no tienen mucha
tolerancia a las imposiciones.

No basta con castigar o limitar, tenemos que ser cómplices, porque si no lo hacemos, alguien más lo hará.

En tiempos no muy lejanos aplicaba el DIME CON QUIÉN ANDAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES. Ahora podría aplicar el DIME CON QUIÉN TE CONECTAS Y TE DIRÉ QUÉ RIESGOS CORRES.

Hay temas muy sensibles como el suicidio que suelen tratar de evitarse en familia pensando que con esto no fomentamos malas ideas. Pero es todo lo contrario, hay que tener acercamientos para saber qué tan caliente está el asunto.

La gente mala también obra con gran capacidad y velocidad por redes sociales electrónicas. Ahí es un buen cultivo de víctimas, muchas de ellas confiadas y entregadas en cuerpo y alma en conversaciones, creyentes en perfiles falsos, siendo presa fácil de mentes manipuladoras y estrategas.

A veces pensamos en villanos torpes y viscerales, pero en algunos casos las mentes más perversas se informan de manera minuciosa a través de tutoriales en línea sobre cómo convencer, persuadir o llegar con facilidad a través de la psicología.

Consejo útil si tiene niños en casa:

Conozca las redes sociales que utiliza. Pregúntele que tipo de videos ve a menudo. Adviértale que les escribirán personas desde perfiles falsos, con fotos, nombres y datos falsos. Donde se encontrará con páginas que tienen una historia que puede ser también armada. Todo puede ser una cuenta copiada exactamente de otra persona en otra parte
del mundo. Hay que avisar que detrás de unas fotos de una persona “hermosa” puede haber un ser
desagradable sentado de tras de una vieja computadora en un cuarto oscuro.

Si fuera posible intente conciliar para tener las contraseñas y acceso a todos los dispositivos en cualquier momento. Esto lejos de ser una invasión a la privacidad es un acceso a rescatar a su niño o niña en cualquier momento que lo crea necesario. Obviamente manteniendo el respeto y el espacio necesario, haciendo bien uso de esa confianza para con el menor. Recuerde que, si logra ganar su confianza y la rompe, difícilmente logre recuperarla.

TANTOS VILLANOS Y JUSTO ES MI VECINO

Todo es posible. Uno de los 90 asesinos diarios que tenemos en México manifestando su crueldad puede ser nuestro vecino.

No hay que entrar en pánico, pero si tener mucho cuidado y trabajar este tema con todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance. El tema de cómo combatir este mal social es estando informados, comunicado y unidos. Lamentablemente tenemos el rezago de décadas de descuido en nuestro sistema educativo, y este es el reflejo de una sociedad golpeada y descuidada.

El mal está más fuerte que nunca y a ese nivel debemos estar protegidos. Superamos la fantasía de Hollywood incluso con todos sus villanos juntos. Tenemos una crisis a la altura de países que podríamos pensar que esta mucho peor.

Según un estudio realizado sobre las ciudades más violentas del mundo nos dan el resultado de que los 2 primeros lugares los llevamos con facilidad, siendo TIJUANA y ACAPULCO, teniendo más posiciones en la dura lista.

Ojalá que este nuevo Gobierno se estrene con fuerza en todo este asunto, y que dentro de
su primer año ya veamos reflejo de los cambios que se realizan.

NOSOTROS, PODEMOS HACER EL CAMBIO COMENZANDO POR LOS QUE NOS RODEAN. Comparte todo lo que puedas de información. Ayuda y orienta a todos aquellos que estén
en tu círculo de influencias para motivar a cambios positivos.

No hay esfuerzos pequeños, ni personas que no puedan pertenecer al cambio. Todos
tenemos que poner el grano de arena que haga la diferencia.

Nos faltan muchas cosas, pero no todo es culpa de un Gobierno que olvidó tomar las riendas en temas culturales y educativos.

Tenemos que tomar acción.

Por un mejor lugar para vivir para todos… VIVA MÉXICO.


Andrés Vancook
www.andresvancook.com
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