"De efímero director a DJ".
Por Sergio Rodríguez Prieto.
17 de septiembre 2019.
“...Envejecer es una puta
mierda. Estamos hartos de que la gente diga que es estupendo envejecer. Váyase
usted a la mierda. ¿Quién quiere ser viejo? Nadie...”.
Joaquín Sabina
Ahora
entiendo que la vida es de transiciones. Se presentan, las asumimos, las
superamos…, sin
saber como lo hicimos, y claro que lo logramos porque aún estamos acá. Pero es
ahora que me pregunto: ¿Dónde termina la madurez y empieza la vejez? ¿Qué hacer
para asimilar este ineludible cambio? Porque es justo que en esta etapa surge
el tema Mariana, la que válidamente reclama: “…Un día fui más tuya que mía,
y tú no supiste qué hacer con tanto…”.
Algunas
etapas de vida suelen ser mas complicados que otras, y cuando se presenta la
transición, no
estamos normalmente conscientes de ello en la mayoría de los casos… Tal lo
sucedido en el ya narrado asunto de la Dirección de Radio en la Universidad Autónoma
de Aguascalientes, pero no tan determinante en mi existencia como el haber
concluido la carrera de Derecho en julio
de 1975. ¿Luego de ello, qué hacer? Trataré de explicarlo de la siguiente
forma:
Primero
el superar, en ese tiempo, el requisito de la titulación -elaboración de la tesis
profesional-, que se suponía tarea sencilla para mí, debido a que tenía en mi
poder el texto de lo que pocos años después sería el Nuevo Código Penal para el
Estado de Guanajuato. Al trabajar en el despacho del Maestro Enrique Cardona
Arizmendi (ícono de la enseñanza jurídica en la Universidad del referido estado
de Guanajuato, aún hoy en día), y ser aquel personaje parte fundamental de la
Comisión Redactora del proyecto de código, me entregaba los resultados de los
acuerdos de cada sesión, para que los redactara “en limpio”, y tener listo así,
el documento final, lo que efectivamente ocurrió en la segunda mitad del año de
1975: yo hice el nuevo código penal de Guanajuato, mecanográficamente hablando.
Seleccioné entonces para mi trabajo de tesis el tema de la “Autoría y
Participación”, desconocido en los códigos penales de la república, y propuesta
novedosa en ese tiempo, pero en verdad tan novedosa, QUE AUN HOY NO SE ENTIENDE
EN SU ESENCIA, Y MUCHO MENOS SE APLICA por los llamados operadores del Sistema
Penal, sobre todo en este pueblo. Y no está de más destacar ahora, que fue una
de las propuestas básicas y de avanzada, cuando elaboré el texto del Código
Penal para el Estado de Aguascalientes del año de 1995. Pero me estoy desviando…
la plática no era por ese rumbo.
Seguimos
en el año de
1975, y a pesar que el material de trabajo para titulación se encontraba
disponible, el asunto no avanzaba. ¿Como logré superar el conflicto del año
1977 ya conocido? Pues gracias a la música que conocí en aquellos desangelados
años…
En
el año 75 las
cosas comenzaron a “descomponerse”, musicalmente hablando y según mi apreciación,
de lo que estaba enterado porque nunca abandoné la producción radiofónica, que
se encontraba a plenitud en XENM, “Radio Casa de la Cultura”, primero en música
de rock, luego en música de jazz, luego en programación general. El año setenta
y cinco nos ofreció discos insuperables -“Physical Graffiti” de Led Zeppelin; “Wish
You Were Here” de Pink Floyd; “Face the Music” de Electric Light Orchestra; “Atlantic
Crossing” de Rod Stewart, por ejemplo-, pero también llegaron trabajos menores
que los “aficionados” de la época, “sobrevaloraron”, a pesar de sus pocas
virtudes, y empezó el deterioro con nombres tales como “Queen”, “Aerosmith”, “Foghat”,
“Kiss”, “Bad Company”, “David Bowie”, “Nazareth”, “AC/DC”, “Alice Cooper”, “Rainbow”,
“Roxy Music” o “Patti Smith”. Otros grupos o voces no tan pretenciosas, no
obstante empezaban a animar el “ambiente”, y así con gusto “Earth, Wind &
Fire”, “War”, “Van McCoy, “Janis Ian”, “KC & the Sunshine Band”, “Barry
Manilow, “Barry White”, “LaBelle”, “Tavares” y sobre todo “Bee Gees”, cuyos
integrantes de manera no muy clara pero eficiente, estaban colocando de manera
consistente los cimientos de la “música disco”, en especial con cinco temas que
luego fueron utilizados para la película que detonó el fenómeno constituido
por “Saturday Night Fever” en el año de 1977. De manera inconsciente me
preparaba para una actividad más: la de ser el primer “Disc Jockey” o “DJ” en el pueblo.
En
el año de 1977 “la
diversión” juvenil en la ciudad de Aguascalientes se manifestaba en las Fiestas
“RG”, de cada quince días, en específicos salones de fiesta, sin que se
avanzara mucho en ello, puesto que la rutina era evidente. Con el fenómeno “disco”
encima, urgente la apertura de una “Discotheque”, lo que se concretó en el mes
de noviembre de tal año, con “Charlie Brown Disco”, que se ubicó en la parte
alta del local establecido en Arturo J. Pani, esquina con Manuel M. Ponce. Los
propietarios del negocio buscaron apoyo en las radiodifusoras, y por ello mi
contacto personal con ellos (recordar que estaba yo a punto de “arrancar” con
las transmisiones de Radio Universidad). Como ya tenía resuelto el tema de la
difusora, ningún impedimento se presentó para iniciar mi nueva labor de DJ el
18 de noviembre… Así que después del fracaso personal expuesto en anterior
entrega, la fiesta que ya tenía, no me cayó nada mal, ya que continuó además
hasta el mes de mayo de 1978 (porque para los festejos de la feria de abril, se
abrió el local “Black & White” en el mismo local, pero en la planta baja).
Era claro que la información musical asimilada, fue determinante para que
aquello funcionara de forma satisfactoria…
Pero
entonces me acordé
que había concluido una Carrera de Derecho… Transiciones cómodas en ese tiempo.
Hoy, no puedo decir lo mismo.
Sergio Rodríguez Prieto.
Aguascalientes, Ags.
17 de Septiembre de 2019.
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