Guardia Nacional:
Lo que Empieza mal, Termina mal.
La semana pasada se informó que a partir del 13 de mayo
se comenzará a capacitar a más de 1500
integrantes de la Guardia Nacional. Provienen de la SEDENA, SEMAR y de la
otrora Policía Federal, para incorporarlos a la Guardia Nacional. Este será el
primer paso para capacitar a 40,000 integrantes para el año 2020.
El personal de la SEDENA y SEMAR, será personal en
activo que de una u otra manera ya han recibido capacitación. Ahora serán
capacitados para poder llevar a cabo labores muy distintas a las que durante
años han realizado.
Lo primero que llama poderosamente la atención es que
a la fecha no han sido promulgadas las leyes secundarias que la reforma
constitucional que crea la Guardia Nacional ordena. No existe una Ley Orgánica
ni un Reglamento de la Ley Orgánica de la Guardia Nacional, pero ya se
comenzará a capacitar a sus integrantes. Institucionalmente no es correcto ni
aseado. Da la impresión de que las formas importan poco a la presente administración,
sin embargo; “la forma es fondo”.
A los integrantes que van a ser capacitados se les
pide que lleven, entre oras cosas; tres
uniformes, dos pares de botas, un traje de gala y utensilios de limpieza
personal. Todo lo anterior deberá de ser solventado por ellos mismos. El jueves
9 de mayo el presidente López Obrador informó que la Guardia Nacional contará
con 17 mil 200 millones pesos, de los cuales mas de 13 mil millones estarían
destinados al rubro de capacitación, sin embargo se está requiriendo a los
integrantes que ellos mismos deben de suministrar herramientas como dos pares
de botas. En la bienvenida de los integrantes a la capacitación, el General
Martín Jaramillo, Director Centro de Adiestramiento Especializado de la Policía
Militar apuntó que el curso tendría una duración de 7 semanas y remató
diciendo: “Para entonces posiblemente no tengamos uniformes todavía”. En el
mejor de los casos, existe una total desorganización en este tema.
La capacitación estará en manos de instructores de la
otrora Policía Federal y se impartirá en los campos de Santa Lucía y San Miguel
de los Jagüeyes. Durante 7 semanas recibirán una formación para salir a la
calle y trabajar de manera conjunta, ahora, como una Guardia Nacional.
Uno de los problemas que más aqueja al país en materia
de seguridad pública, es la mala formación de sus integrantes. Pensar que en 7
semanas se va a formar a un soldado o a un marino que ha sido adoctrinado a
partir de una filosofía totalmente distinta a la que se requiere para estar en
la calle y solventar los problemas en materia de seguridad pública en el país
es poco alentador.
Da la impresión de que al gobierno federal le interesa
más hacer las cosas rápido que hacerlas bien. Si finalmente y en contra de lo
que los expertos y organismos internacionales le recomendaban, formó una
Guardia Nacional militarizada, ¿porqué no esperar a contar con las leyes
secundarias publicadas? ¿porqué comenzar la capacitación de integrantes de la
Guardia Nacional, cuando no se sabe cómo estará estructura la misma? ¿porqué
menos de 300 horas de capacitación a quiénes vayan a formar parte de la Guardia
Nacional? Éstas y muchas más interrogantes son las que nos llevan a concluir
que lo que empieza mal, acaba mal.
6 años son muy pocos para que el Presidente pueda acabar
con el problema que le fue heredado en materia de seguridad pública, sin
embargo, puede dejar sentadas las bases de lo que puede llevar a la solución
del problema. La creación de una Guardia Nacional militarizada, la necedad de
seguir tratando el tema de consumo de drogas como de seguridad pública y no de
salud pública, el no abrir foros, serios y científicos para abordar el tema de
la legalización de las drogas y el seguir abordando el problema de la seguridad
pública de una manera tan simplista, definitivamente no abona a sentar bases
firmes.
Si la Federación no ha podido convencer de manera
contundente con el tema de la Guardia Nacional, lejos estamos de creer que una
Guardia Municipal sea una institución viable.
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