"El amor en los tiempos del Covid-19"
Por Sergio Rodríguez Prieto 
24 de marzo 2020.  

“…Me preguntó el encuestador inegiano casi al final del interrogatorio, que si padecía demencia senil... le contesté que si... No se que información colocó en su dispositivo móvil, pero preocupado si quedó... supongo las respuestas anteriores no contaban ya por ello…”.


              La ojedad u ojetez, como  variable de culerismo de los dueños de bares y cantinas en este presente siglo (que cerraron sus negocios ante la llegada del “coco”), me ha obligado a escribir en casa… Confío el resultado sea aceptable.

              Este aislamiento me transporta justo y fielmente a lo que ocurría en los años sesentas del siglo pasado, según recuerdo: la cuaresma en todo su esplendor, hoy de nuevo vigente: calles vacías, cines, bares y cafés cerrados (era lo que había), radios mudas, televisiones (pocas) apagadas, pero eso sí, templos abiertos, a plena disposición del usuario temeroso. Se nos prohibía cantar, reír, bailar, vestirnos con ropa de colores… Veíamos a familias enteras de luto (vestidas de negro, pues). Y así ahora, casi… Ya no hay rebelión, ni siquiera de aquellas mujeres que apenas hace una semana contagiaban el ambiente con su furia desmedida. Falta, por ahora, ese ambiente en el que se nos proporcionaba seguridad y miedo… hoy, solo miedo se ofrece. No podíamos dormir sin rezar -se nos decía que podíamos ir al infierno si la muerte nos descubría de no haber hecho oración-, así que asunto resuelto con un “Padre Nuestro” o un “Ave María”… el “Gloria” resultaba más complicado. Pero cuidado de morirte en jueves o viernes santo, ya que “la gloria” estaba cerrada. El sábado de gloria y el domingo de resurrección, como sea y la libras.

              Pero después del “miércoles de ceniza” y antes de la Semana Mayor, las salas de cine (a huevo) solo te ofrecían “Demetrio, El Gladiador”, “El Manto Sagrado”, “Quo Vadis”, y la imprescindible “Ben-Hur” (estrenada en el 1959), película que resultaba atractiva solo por dos cuestiones: la carrera final de cuadrigas (que no la parte final de la película) y la literal “arrastrada” que le imponen a Mesala, y muy bien merecida por culero: “…¿Tú crees que la carrera ha terminado? No ha terminado, Judá…, tu madre y tu hermana no han muerto. Sal a buscarlas al Valle de los Leprosos… si puedes reconocerlas… (Ja, Ja, Ja)…”. Esto último ya dicho con mucho esfuerzo por el antagonista. Y para darle más sentido a la presente entrega, destacar que en tales escenas aparece la figura de Poncio Pilato (¿o Pilatos?), seguro sobreviviente en el presente, por aquello de ser experto en el “lavado de manos”. Bueno, también decirles que lloré con las imágenes de “Mondo Cane” (“Perro Mundo”) en el año 64, documental de Paolo Cavara, con música de Riz Ortolani.

              Tales recuerdos se transforman hasta el año de 1970, por dos situaciones determinantes: la venta del álbum conceptual, la “opera-rock” “Jesus Christ Superstar”, con música de Andrew Lloyd Webber y letras de Tim Rice, reciclada en radio en todas las cuaresmas a partir de ese año, hasta el 75; y que en Guanajuato, la Semana Santa se ocupaba para las actividades culturales (múltiples) que se generaban con motivo de la “Feria del Libro” (también ahora suspendida por esa madre del Covid-19).

              ¿Cómo florecerá el amor en las actuales circunstancias? Ni Platón hubiera “ideado” el escenario perfecto:amor no físico por temor al virus… En fin: ahora a lidiar con tres mundos convergentes: el “apanicado” de las redes, copado por “las legiones de idiotas” (Umberto Eco dixit);  el “ocurrencial” de los gobernantes de cualquier nivel, y que aún no saben donde están parados; y el “real”, el cotidiano, el de todos los días: “si me han de matar mañana, que me maten de un vez”.

              Por cierto, no se vayan a tomar tan en serio los comentarios de la presente entrega… Es solo divertimiento.


Sergio Rodríguez Prieto.
       Aguascalientes, Ags.
23 de Marzo de 2020.
Noticen.com.mx

Noticen.com.mx

Las noticias más importantes de Aguascalientes, con el particular y efectivo estilo de Carlos Gutiérrez.

Post A Comment:

0 comments: