Noticen le da la bienvenida al maestro Sadí Kuri como articulista en este portal informativo. Enhorabuena y nuestro agradecimiento al maestro por aceptar nuestra invitación. |
¿ES LA GUARDIA NACIONAL LA
SOLUCIÓN?
Por Mtro. en C. Sadí Kuri
El día de ayer se voto por unanimidad una serie de reformas a la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos por medio de los cuales
se da vida a la Guardia Nacional. Después de muchas discusiones y
posicionamientos, tanto de funcionarios públicos de los tres poderes y de los
tres niveles, así como de verdaderos expertos en el tema pertenecientes a
Organizaciones Civiles, se determino que tanto la administración como la
operación de la Guardia Nacional estará en manos de autoridades civiles.
No escapa un mensaje enviado a través de Twitter por parte de Alfredo
Durazo, Secretario de Seguridad Pública y Seguridad Ciudadana: “Celebramos
el consenso logrado en Cámara de Senadores para crear la Guardia Nacional,
entidad imprescindible para garantizar una seguridad adecuada en nuestro País.
Se tratará de un cuerpo policial de excelencia con adscripción civil y formación
homologada a la militar.” Creo que al Señor Secretario no le queda
claro que el problema que tanto se discutió era contar con una policía de corte
militar. De nada sirve que la administración y operación de la Guardia Nacional
este en manos de civiles si su formación será militar. La Seguridad Ciudadana
tiene fines distintos a los fines de la milicia.
El artículo 1º de la Ley Orgánica del Ejercito y Fuerza Aérea Mexicana
establece que éstas son instituciones armadas permanentes y tienen las
siguientes misiones generales; Defender la integridad, la independencia y la
soberanía de la nación; Garantizar la seguridad interior; Auxiliar a la
población civil en casos de necesidades públicas; Realizar acciones cívicas y
obras sociales que tiendan al progreso del país, y; En caso de desastre prestar
ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes y
la reconstrucción de las zonas afectadas. La seguridad ciudadana es un proceso
para establecer, fortalecer y proteger el orden civil democrático, implica la
salvaguarda eficaz de los derechos humanos. Podemos concluir que las misiones
generales de las instituciones armadas permanentes están completamente
divorciadas de la seguridad ciudadana.
Pero; ¿es la Guardia Nacional la solución?; en parte. Definitivamente fue
un acierto el dejar el mando de dicha institución en manos de una autoridad
civil, sin embargo, hay muchos otros temas que deben de ser abordados.
Esta administración tiene una oportunidad para reivindicar al Estado con
los hombres y mujeres que conforman las instituciones policiales. Existen dos
temas, que desde mi punto de vista deben ser prioritarios y ser abordados a
fondo: la capacitación y los sistemas complementarios de seguridad social para
las instituciones policiales.
a-
Para
la creación de la Guardia Nacional se fusionarán las Policías Federal, Naval y
Militar y se reclutarán a 50,000 hombres y mujeres. Alfredo Durazo ha declarado
que estos nuevos 50,000 integrantes estarán capacitados en tres años. Como dato
de referencia; la Universidad Autónoma de Aguascalientes tiene una población de
19,000 estudiantes al año. La capacidad de la Federación, haciendo uso de las
diferentes Academias que tiene el Sistema Nacional de Seguridad Pública en el
país, así como las que tuviera disponible la Secretaría de la Defensa y la de
Marina, difícilmente podría capacitar más de 4,000 aspirantes cada tres meses
(y me parece demasiado) Considerando estos números, los/as aspirantes acudirían
a la academia alrededor de 500 horas (más o menos 3 meses,) esto es casi la
mitad del tiempo que se invierte hoy día en la formación inicial de un/a
policía.
Una persona
que no tenga conocimiento alguno de las labores que realiza un policía, entrará
a la academia y 90 días después estará en la calle, armado y realizando labores
de seguridad pública. A todas luces es muy poco tiempo. Resulta contradictorio,
ya que la mala formación de nuestra policía es un problema reconocido por todas
las corrientes políticas. Pareciera que por la rapidez con la que quieren
resolver la problemática, están descuidando lo esencial.
Esta
administración tiene la oportunidad histórica de crear instituciones educativas
para el reclutamiento, la formación, la actualización, la especialización y la
profesionalización de los integrantes de las instituciones policiales.
b-
El
último párrafo de la fracción XIII, inciso B, del articulo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ordena que las
autoridades federales, de las entidades federativas y municipales deben de
fortalecer el sistema de seguridad social de los policías generando sistemas
complementarios a los que la misma carta magna establece. Dicho en otras
palabras; los y las policías (así como el personal del ministerio público y de
los servicios periciales) deben de contar son sistemas de seguridad social más amplios
y mejores que el de los demás funcionarios públicos. Esto ocasionaría; un
sentido de pertenencia que hoy en día no existe, mística, que el ser policía
sea una profesión envidiable y aspiracional, que quien sea policía cuide su
trabajo y todo lo que éste representa.
Cuando se
lanzan convocatorias para ingresar a las policías, son muy pocas personas las
que pretenden ingresar, mientras que en otros países en donde los sistemas de
seguridad social son mucho mejores que el mexicano, son insuficientes las
plazas que se ofrecen.
En México ser
policía conlleva un estigma trascendental. Se estigma no nada más al integrante
si no a toda su estirpe. Si como sociedad valoráramos y respetáramos el trabajo
del policía; si los integrantes de las instituciones policiales contaran con
esquemas de seguridad social suficientemente atractivos, tuvieran acceso a
créditos inmobiliarios, educativos y para adquirir automóviles con intereses
preferenciales y el Estado fungiera como garante de dichos créditos, tuvieran
seguro de gastos médicos mayores y seguros funerarios aunado a buenos sueldos,
todo en conjunto ocasionaría que fuera difícil cooptarlos por parte de la
delincuencia organizada.
La Guardia Nacional por si sola, no es la solución. Es un buen inicio. Si
esta Institución se administra como se han venido administrando las
Instituciones Policiales en los últimos 40 años, esta condenada al fracaso.
Deben de privilegiar el reclutamiento, la formación, la actualización, la
especialización y la profesionalización de los y las integrantes. Paralelamente
deben de generar sistemas complementarios de seguridad social.
Hay otros temas que deben de ser abordados para que la Guardia Nacional sea
la solución tales como; esquemas democráticos de ascenso, sistema de
contrainteligencia eficaces, adoctrinamiento en temas de Seguridad Ciudadana,
sistemas efectivos de evaluación, y sistemas de jubilación adecuados, solo por
mencionar algunos.
Finalmente deben de entender que este es un proceso transexenal. Si la
actual administración pretende consolidar una Guardia Nacional en 6 años, es
muy probable que no lo consiga. Peor puede dejar bases sólidas para que en 20 o
30 años contemos con una Guardia Nacional sólida.
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