“…De 981 aspirantes, ya alcancé el lugar 900. Voy bien…”. Yo Mero. Por Sergio Rodríguez Prieto.

“…De 981 aspirantes, ya alcancé el lugar 900.  Voy bien…”.

Yo Mero.

Por Sergio Rodríguez Prieto.

 

 

Uno de los principales despropósitos de las actuales instituciones públicas es insistir en el ir en contra, no solo de la historia -lo que ya es de entrada preocupante-, sino de la propia esencia del orden constitucional vigente… Todo lo que acuerdan y proponen -así lo evidencian-, aunque ello sea “conforme a la ley”, sobre todo, lo realizado por las actuales “autoridades electorales”… El no saber, en fin, cómo comportarse ante escenarios que exigen respuestas diversas.

 

Si les comenté (ya hace tiempo) de la experiencia cinematográfica que me impactó en la ciudad de Guanajuato en septiembre de 1970, al enterarme de la propuesta de Alejandro Jodorowsky con su “Fando y Lis”. Era normal que me involucrara en automático a sus visiones, y aparte de la obligada lectura de sus “fábulas pánicas”, con el seguir al pendiente de su siguiente película, por cierto, en plena realización en ese año del 70: “El Topo”. (Acid Western) ¿Qué rescato de tal filme para poder darle sentido a la entrega de hoy? Pues les destaco lo que considero la idea central de la producción: “…El topo es un animal que escarba la mayor parte de su vida bajo la tierra, con el objetivo de ver la luz del sol. Cuando por fin logra su objetivo, queda ciego…”. Así el ser humano actual, que al buscar su libertad, así como las condiciones para ejercerla, una vez que tiene esa posibilidad, no sabe qué hacer, y prefiere regresar a su condición de “dependiente”, poniéndose e inventándose todos los obstáculos posibles para seguir culpando a los demás, por no “saber/poder” hacer realidad sus derechos, en específico, el de “libertad”.  Y así, el de elegir y ser elegido a cargos de elección popular.

 

¿Alianza de Partidos? De entrada, son válidas aquellas críticas que se hacen de que ello pueda suceder de forma congruente. ¿Por qué? Porque se supone que al tener “ideologías” diversas, ilógico que puedan “converger” y/o coincidir en la misma “línea de pensamiento”, a partir de específico candidato/a, ya que se entiende de origen que vayan por rutas diferentes. Y sí… No es creíble que los partidos políticos que muestran -¡y les aprueban!- sus “plataformas políticas” puedan ser plenamente coincidentes (de entrada) con diversos y diversos partidos, y esto se afirma precisamente por lo comentado en la entrega anterior: las “ideologías partidistas” técnicamente ya NO existen, por aquello de la ya platicada “caída del Muro de Berlín”, pero deleznable la razón de tales “alianzas”: la de sumar los jugosos recursos financieros que se les otorgan para realizar sus “campañas”, y que por cierto, no son reducidos tales financiamientos (bueno, sí… para los candidato/as independientes).

 

Y al momento de enterarnos de las cantidades que se otorgan por las instituciones electorales para “financiar” las “actividades” de los partidos políticos, es cuando nos volvemos a dar cuenta del “desconocimiento” de parte de los encargados del “tema electoral” de lo que se dispone en el artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya esbozado su contenido en entregas anteriores. ¿Dinero específico para “actividades” de partido? ¿Dinero específico para “campaña electoral de partidos”? Decía mi padre, y decía bien: “…El que paga, manda…”. Y también me pregunto: ¿cuáles son las actividades reales de un partido político? ¿Pagar encuestas para justificar sus “luchas internas”? ¿Alguna actividad concreta de capacitación en temas de ciudadanía y participación política organizada por cualquier partido de su preferencia? ¿Alguna sesión dirigida a los ciudadanos para que conozcan, aunque sea de manera mínima, el contenido de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que ello haya estado a cargo de identificable partido? Yo, ni enterado… ¿Ustedes sí?

 

Ya para que les platico de la “mamada” esa de la revocación de mandato, a cargo de las ya cuestionadas “autoridades electorales”, cooptadas, eso sí, por los propios partidos políticos. Grave y preocupante que nos hayan reducido el tema de la “democracia” al puto (perdón, quise decir puro) tema electoral.

 

Dadas tales condiciones, aplaudo la audacia de quien acepta “jugar” y aceptar las reglas -como candidato independiente-, para tener acceso a la titularidad del Poder Ejecutivo del Estado de Aguascalientes, sabiendo de antemano que las reglas le son totalmente adversas (respecto de las vergonzosas ventajas de las que gozan hoy nuestros rupestres partidos políticos, basadas en leyes electorales literalmente inconstitucionales), y con un electorado asquerosamente condicionado a las “intenciones” y a los “vicios” de los mencionados partidos.

 

En efecto: No estamos preparados para ejercer plenamente nuestra libertad personal… siempre condicionados a las mayorías, no necesariamente inteligentes…

 

Sergio Rodríguez Prieto.

Aguascalientes, Ags.

20 de Diciembre de 2021.