Mi Primer Conflicto en la UAA Sergio Rodríguez Prieto. 06 de septiembre 2019.

Mi Primer Conflicto en la UAA

Sergio Rodríguez Prieto.

06 de septiembre 2019.

“…No sé lo que era, pero teníamos algo especial y lo sabíamos. Lo podías ver en el modo que nos movíamos y hablábamos. No hablábamos mucho, lo dábamos todo por sobreentendido, y eso era lo que ponía negro a todo el mundo, el aire de seguridad que despedíamos…”.

Charles Bukowski.

Y me mal acostumbré a tal autosuficiencia, la que manifestaba de forma permanente aún si ella a mi lado (la primera), hoy en vías de rescate (la autosuficiencia plena) con la presencia intermitente de Mariana.

Ingrese al cuerpo académico de la UAA, en el mes de marzo de 1977, impartiendo la materia de “Introducción a la Teoría Política”, en el sexto semestre del ciclo de bachillerato. Y fue por ello que me enteré -en un escueto informe realizado por el consejero universitario en turno del Centro de Enseñanza Media (así conocido en ese año)-, que el Ingeniero Miguel Angel Barberena Vega (entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal), le había “entregado” a la institución universitaria en cuestión, dos -sí, dos-, concesiones radiofónicas: una para la llamada Amplitud Modulada, y otra para Frecuencia Modulada, y que se había aprobado por el referido consejo universitario su implementación, así de forma llana y simple: sin objetivos, sin planeación, sin idea, sin manejo de política de transmisión, en fin, que prácticamente se concibe Radio Universidad Autónoma de Aguascalientes, con el solo oficio de comunicación de otorgamiento de frecuencias. Se encargo operativizar ello a la entonces Dirección General de Extensión Universitaria, a cargo del Licenciado Joaquín Lara de Alba. Pues bien: con la autosuficiencia que me caracterizaba, me dirigí con él a informarle de mi interés de hacerme cargo del proyecto, y de mi experiencia previa en ello, debido a mis producciones de XEYZ (“Invitación a la Música”), Radio Universidad de Guanajuato (Jefe de Producción), y productor activo de sesiones de rock y jazz en la ya muy posicionada “Radio Casa de la Cultura”, XENM, aquí en el estado. El hecho de ser abogado y ya ser integrante de la planta docente, me facilitó se me otorgara el nombramiento de primer director de Radio Universidad Autónoma de Aguascalientes, ya que los primeros trámites de concreción eran precisamente los administrativos y de carácter legal. Y así fue que inicié la tarea solo con el oficio referido de concesión, con la encomienda de que ello funcionara antes de la conclusión del segundo período rectoral del Contador Público Humberto Martínez de León (diciembre de 1977).

a).- Primer revés: propuse se trabajara con la frecuencia modulada, y se me dijo que no, por no tener la institución, recursos suficientes para ello: extremo ejemplo de esta precariedad, el hecho de que en los festejos de diciembre (“posadas”), quien rompiera la piñata, ¡tenía que pagarla!

b).- La compra del equipo de cabina se realizó bajo la supervisión de Pedro Rivas Cuéllar (magnate de la radio local y apasionado de todo lo relacionado con el tema), mientras me hacía cargo de la adaptación del Edificio 14 para la colocación del equipo de producción. Asimismo, tuve que dirigirme a la bodega de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (carretera México-Puebla) por un equipo transmisor de un viejo barco, que tal dependencia, “donaba” a la UAA, y que se tenía que adaptar para su funcionamiento en la frecuencia de amplitud modulada (1570 MHZ).

c).- Con el equipo transmisor en nuestro poder, se seleccionó una superficie específica al interior de la naciente ciudad universitaria (a un lado del flamante Centro de Información) para su colocación, y al mismo tiempo, generar la instalación de la antena, así como sus correspondientes “radiales” (alambre de cobre sembrado alrededor de la antena, en un espacio de cincuenta metros a la redonda). Asimismo, “tirar” la linea de conexión desde el Edificio 14, hasta el lugar donde se había instalado el equipo de transmisión.

d).- Mientras se hacía este trabajo “duro”, terminaba al mismo tiempo los tramites legales para autorización de “períodos de prueba”, y elaboraba lo que sería la primera carta de programación de la naciente radiodifusora. Para el mes de noviembre prácticamente se tenía ya todo listo (cuestión de detalles), para arrancar con el uso de la señal. Y así fue, que el 12 de diciembre de 1977, entre las 10:30 y 11:00 horas, que la señal de Radio Universidad Autónoma de Aguascalientes, es enviada al “aire” (por supuesto, y para tener una idea de lo que se pretendía, con los acordes de la Tercera Sinfonía “Eroica” de Ludwig van Beethoven).

e).- Ya debidamente enterada la Rectoría del buen funcionamiento de la señal, se me pidió permaneciera con ella en el horario autorizado de 9:00 A.M. a 19:00 P.M. Informé que como era señal de prueba, no podía estar transmitiendo en todo ese horario, ya que necesitaba primero la autorización de la SCT, la que de manera ágil y eficiente la otorgó, y fue por ello que estuvimos en condiciones de iniciar “formalmente” las transmisiones de Radio Universidad, el lunes 26 de diciembre de 1977. ¡Todos felices, todos contentos!

f).- Pero… Quería y debía iniciar de forma adecuada con los trabajos de Radio Universidad. Así que, elaboré una carta de programación, debidamente detallada, que incluía desde el lunes 26 de diciembre de 1977 hasta el 8 de enero de 1978, elaborada a partir del material discográfico de mi propiedad, el que había logrado conseguir Joaquín Lara de Alba, y el que teníamos recibido de la Deutschewelle (La Voz de Alemania). Asimismo, y destaco ahora, la colaboración de un grupo de estudiantes de la carrera de sociología (Grupo “Z”, entiéndase el “Niño Jesús” -Jesús Gómez Serrano-, y el “Demonio Varela” -Enrique Rodríguez Varela-), que se iba a hacer cargo de la producción de “Noticias que Indigestan”.  ¡Que poco tiempo dura la vida eterna! (Sabina dixit). Justo a las once horas del mencionado lunes 26 (post navidad), lo afirmado por los productores generó la indigestión de las autoridades universitarias, y con ello el primer “santo oficio”: eliminar de inmediato tal producción, así como otras que aún no salían al aire (así como queriéndose curar en salud, y se dijera que no había “censura”). Y la autosuficiencia se hace presente… Continuó con la programación prevista al día siguiente, martes 27. El programa del Grupo “Z”, se había previsto para lunes, miércoles y viernes; así que el miércoles 28 (día significativo, “Día de los Inocentes”), vuelvo a transmitir las “Noticias que Indigestan”, y ahora el indigestado fui yo. Justo ese día, recibo el segundo “santo oficio”: ¡queda usted despedido! por no atender las políticas universitarias. ¿Cuáles?

En 36 años de trabajar en la UAA, no fue éste el único desencuentro, pero sé que tanto el narrado, como los que más adelante mostraré, fueron sin duda, parte de esa autosuficiencia generada por una relación sentimental única, que hoy pretendo rescatar en otro cuerpo, aunque no tenga la menor idea de para qué…

“…Qué suerte tienes «cochino», en el final del camino, te esperó la sombra fresca de una piel dulce de veinte años, donde olvidar los desengaños de diez lustros de amor…” (“Tío Alberto”, Joan Manuel Serrat, “Mediterráneo”, 1971).

Sergio Rodríguez Prieto

6 de septiembre 2019.