LA FUNCIÓN SOCIAL DEL ABOGADO
(Vocación y Responsabilidad Social, ¿Ética y/o Negocios? )
Por: LUIS FERNANDO PASCO CHÁVEZ.
Académico Investigador
“Un abogado sin libros sería como un trabajador sin herramientas”
Thomas Jefferson.
“Ser abogado implica ser estudiante por siempre”
“El buen abogado encuentra la excepción de toda norma”
“El sarcasmo del abogado el inteligente lo entiende y, el ignorante se ofende.”
“Los abogados son como los plátanos, no hay ni uno solo derecho”
Picardía popular mexicana
Las siguientes líneas son una invitación a la reflexión. No pretendemos agraviar a ningún profesional de la justicia que se conduce con responsabilidad y con ética, en un contexto y entorno como el sistema judicial, cargado de vicios, deficiencias, burocratismo, saturado, alta dosis de nepotismo e impunidad.
Estimado lector, dejo a su sano juicio, si le añade el adjetivo: Corrupción.
En días pasados, durante una “mañanera” la madre de Rafael Méndez Valenzuela, ciudadano que llevaba preso 13 años de manera injusta, solicito al presidente de la República, que atienda el caso de su hijo.
La Dra. Olga Sánchez Cordero, ex ministra de la Corte Suprema de la Nación, actualmente secretaria de Gobernación expresó:
“Es una tragedia jurídica”
"Frente a esta situación, la funcionaria federal también hizo un llamado para mejorar el papel de los abogados del país, principalmente en lo que respecta en la calidad de estrategias y argumentos que se vierten ante los jueces."
Frecuentes defectos, vicios y carencias de muchos abogados:
- Son dogmáticos.
- Apegados a la legalidad, indiferentes a la justicia.
- Desactualizados, dejan de aprender, de cultivarse.
- Carecen de amplitud y flexibilidad académica e intelectual. “Quien solo sabe de leyes, ni leyes sabe”
- No ahondan en los hechos y se centran en la legalidad y formalidad judicial. No invierten tiempo a conocer a profundidad la realidad y los hechos de cada caso.
- Carecen de certeras y precisas razones argumentativas.
- Pobreza conceptual y lingüística, en otras áreas del saber y conocimiento humano, ajeno al derecho.
Compartimos algunos acápites del Código Couture:
I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos Abogado.
II. Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando
III. Trabaja. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.
IV. Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.
VII. Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
VIII. Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho; en la Paz, como sustitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
.
X. Ama tu profesion. Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que sea Abogado.
Considerando que los señores jueces, magistrados y ministros, también son abogados, las siguientes referencias y reflexiones, son válidos también para ellos:
Se llaman «ordalías» o «juicios de Dios» a aquellas pruebas que, especialmente en la Edad Media occidental, se hacían a los acusados para probar su inocencia.
Afortunadamente, ello fue eliminado superado.
Acerca de la “Buena Fe” en los procesos judiciales.
En los tiempos que corren poca gente pone la mano en el fuego por otras personas.
Que esa persona goza de nuestra total confianza, no debe ser aceptable para un señor Juez.
En la época moderna, se debe eliminar por completo:
- Dar validez a testimonios orales, en base a la “buena fe”. Sin pruebas evidentes, tangibles, rechazar dichos testimonios.
- *Testigos de oídas” herencia anacrónica de un sistema vejatorio oprobioso y manipulador.
Compartimos conferencia de la Especialidad en Derecho Probatorio, en su primer módulo: “Concepto, Prueba, hecho y verdad” impartido por la jurista chilena Dra. DANIELA ACCATINO SCAGLIOTTI; graduada en la Universidad de Granada España y Profesora de la Universidad de Chile:
https://www.youtube.com/watch?v=PV9pa9_yWF4
Sus reflexiones y aportaciones:
“Convicción” términos que suelen utilizar muchos juzgadores.
Concepto enraizado en la cultura jurídica y en el imaginario judicial, especialmente en países de Iberoamérica.
La concepción no racional de la prueba, está centrada en la mera creencia subjetiva del juzgador, sin prestar suficiente atención en las razones en que esta creencia debe fundarse.
Podemos discernir entre una interpretación bien razonada y otra débil o erradamente fundada
El espacio que debiera ser propio de la argumentación, es ocupado por la mera referencia convicción del juzgador.
En la formación de los abogados y en la carrera judicial, se adolece en la formación tanto en el pre grado como el post grado, no hayan prestado gran atención tradicionalmente al razonamiento probatorio...
Llenos de cursos de derecho y falten cursos que presten atención al razonamiento probatorio.
En cambio, respecto de pruebas la atención se reduce, se limita a considerar muy sumariamente las reglas probatorias procesales que regulan su practican
No es casual en el discurso judicial, la imagen de la convicción la representa como un estado mental que se produce desde el punto de vista psicológico prácticamente sin deliberación, simplemente con el contacto inmediato de la prueba. Parecía una especie de epifanía o estado de iluminación.
Anécdota final:
Hace varios años, me presenté en la oficialía de partes de los Juzgados de Distritos en Aguascalientes, cuando se encontraban en el segundo anillo, cerca al Teatro Aguascalientes, a revisar un Amparo:
Un joven notificador me pregunta:
¿Señor, usted es abogado?
Contesto:
“No, yo soy un hombre derecho”
LUIS FERNANDO PASCO CHAVEZ.
Académico Investigador
Referencias:
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